Frases en blanco
Pero, ¿quién soy yo?
Una hormiga en un hormiguero,
una mota de polvo en un ático,
un grano de arena en el desierto.
Ni siquiera un puntito en el universo.
No soy nadie. Una sombra, un espectro, una visión.
¿Qué soy yo para dirigir nada? Nadie.
¿Qué soy yo para intentar cambiar el mundo?
Bueno, solo seré lo que quiera ser.
Riwel 2º ESO B
5-11-04
Una hormiga en un hormiguero,
una mota de polvo en un ático,
un grano de arena en el desierto.
Ni siquiera un puntito en el universo.
No soy nadie. Una sombra, un espectro, una visión.
¿Qué soy yo para dirigir nada? Nadie.
¿Qué soy yo para intentar cambiar el mundo?
Bueno, solo seré lo que quiera ser.
Riwel 2º ESO B
5-11-04
Miedo
Hace poco tres personas me dijeron que por qué no volvía a escribir... yo no supe que contestar exactamente...
Al primero le dije que porque habia perdido la costumbre... y menti: ahora escribo casi a diario...
Al segundo le dije que porque nadie se molestaríaen leerlo... y menti: ahora se que hay tres personas que lo leerian...
Y al tercero le dije que por verguenza... y volvi a mentir: sigo escribiendo, sigo pensando que algun dia alguien entenderá lo que escribo... pero no lo dejo ver... Riwel, deja de engañarte, es por miedo.
Miedo a enfrentarme a lo que realmente pienso, a lo que realmente siento, a como yo realmente soy... miedo... a lo desconocido.
Creo que a partir de ahora hare las cosas de otra manera, empezando por descubrir lo que yo he sido, el reflejo de una parte de lo que soy hoy... desde donde alcanza mi memoria, aunque suene infantil y torpe. Supongo que lo sigo siendo. ¿No?
Riwel. 11/01/09
...En lo más hondo de mi alma...
Aun recordaba el llanto. Una fría lágrima que nacía de unos ojos como la flor que muere en el intento de sobrevivir entre la cruda tempestad.
Mucho tiempo había pasado, quizá demasiado recordando, desde que la felicidad emigró de su lado hacia corazones más cálidos dejándola a ella sola y desamparada ahogándose en sus propias angustias, vagando desesperadamente buscando su puerto.
Pero todo había acabado, dejando pendiente el comienzo de su propia vida, de su propia historia, en la que, esta vez, ya no está sola.
La sinuosa forma del recuerdo la acompañará entre las sombras, dándole el calor que no pudo darle en la niñez. Exprimiendo cada segundo de su inmadura vida, que por suerte o por destino, alguien se había empeñado en robarle.
Por eso pienso que solo plantando cara puedes jugar con la vida, y solo sufriendo por ello podrás gastarle una broma.
Riwel. 2005.
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