Tal vez lo más duro de progresar no es el comienzo, cuando todo lo ves sin prespectiva, cuando solo puedes ir dando palos de ciego, cuando te sientes impotente y diminuto ante tal reto...
Tal vez lo más duro de progresar sea mantenerse en la subida, y no tropezar, y no caer. No sentir el vértigo.
Hace ya bastante que no actualizaba el blog, y ciertamente no se porque ahora mismo me he decidido a escribir algo. Tal vez porque me hacía falta leer aquello que escribí una vez para cerciorarme de que en mi ascenso las decisiones que he tomado han ido a bien, que no me parezco aquella chica que no sabia que hacer con su vida, aunque ciertamente haya veces en las que sigo dudando si el siguiente paso es el acertado.
¿Acaso sería lo mismo si a veces no nos tambalearamos? Nadie dijo que fuera facil, solía decir antes... ¡Cómo me equivocaba! Es que no hace falta que nadie diga si las cosas son faciles... Es que son complicadas, y con el paso de los años se irán complicando más aún, supongo que al compás de nuestro proceso de madurez, supongo que cuantos más peldaños tengamos que subir.
Finalmente he conseguido lo que pretendía. Hoy en día y más que nunca me siento dueña de un futuro incierto, lleno de rincones oscuros y a su vez de un horizonte del que a pesar de la altura todavía no puedo ver apenas un resquicio.
Prepararos, porque voy a por todas, voy a comerme el mundo, mi mundo, porque si yo no lo hago ya se (por desgracia) que nadie me ayudará a hacerlo.
A veces querré pararme a descansar, pero de si hay algo de lo que sí tengo total certeza es de que siempre va a haber alguien que pare a descansar menos que yo. Puedo intentar seguir el ritmo, aunque, como quien empieza a bailar, las prisas por conseguir la perfección le hagan tropezar en más de una ocasión.
Pero, es que, ¿acaso sería lo mismo si a veces no nos tambalearamos?
No, por supuesto que no.
Riwel... 09 de octubre de 2009... O:OO
